Inscríbete a mi lista de emails

¿Alguna vez te ha dado culpa simplemente… detenerte?

Aug 03, 2025

¿Alguna vez has sentido culpa solo por no hacer nada?

El otro día me encontré sentada en la sala,
mirando por la ventana,
con una taza de té caliente entre las manos.

 

No hacía nada.
Literal. Nada.
Solo respiraba.

 

Y aunque me obligo cada día más a tomar esas pausas…
no te voy a mentir:
me cuesta.

 

Porque crecí –como muchas de nosotras– en un mundo donde si no produces, no vales.
Donde descansar es flojera,
y parar…
es casi un acto de rebeldía.

 

Durante años viví con esa culpa:
la de sentir que si no estoy haciendo algo “útil”, entonces estoy perdiendo el tiempo.

Hasta que un día, mi cuerpo dijo basta.
Y mi alma también.

 

Ese mismo día, sentada con mi té,
mi hijo me miró y preguntó:

—¿Qué estás haciendo, mamá?

Le respondí:

—Nada. Estoy descansando.

Y me contestó, confundido:

—¿Estás bien? Es que tú siempre estás haciendo algo…

Ahí se me rompió y se me ordenó algo adentro.
Lo que hacemos –y lo que no hacemos– también educa.

 

Nuestros hijos no aprenden solo con lo que les decimos.
Aprenden con lo que encarnamos.
Nos ven. Nos sienten.

 

La ciencia lo confirma:
aprenden hasta un 80% más por observación que por instrucciones.

Y no solo nuestros hijos.
También nuestros equipos.
Nuestras parejas.
Nuestras comunidades.

 

Desde que me permito detenerme con intención,
tengo más energía, más claridad, más paciencia.
Soy mejor mamá. Mejor guía.
Mejor yo.

 

Por eso hoy quiero regalarte algo pequeño…
pero muy poderoso.

 


🌿 EJERCICIO: PAUSA SAGRADA

  1. Busca un momento del día para ti. Solo para ti.
    (Pueden ser 5 minutos. Sí, 5.)

  2. Elige un objeto o ritual sencillo:
    una taza de té, una vela, una piedra, una respiración lenta.

  3. Inhala profundo 3 veces.
    Y repite mentalmente:
    “Detenerme también es avanzar.”

  4. Quédate en presencia.
    No produzcas. No pienses. Solo siente.

  5. Al terminar (sí, solo al terminar), pregúntate:
    ¿Qué necesita mi alma hoy?
    Y escribe lo que surja.

 

No es productividad.
Es presencia.
Y muchas veces, cuando dejas de correr…
las mejores ideas vienen solas.

 

 

Con amor,
Sandra Elisa

Si lo que quieres es tener claridad en tu mensaje y aprender a compartirlo en redes sin miedo a sonar genérico, usando la IA como aliada y no como enemiga… entonces Conectar para Transformar es para ti.

Ahí te enseño a entrenar tu voz, tu historia y tu esencia para que la tecnología potencie lo que ya eres y tu mensaje llegue mucho más lejos.

Quiero compartir mi mensaje